lunes, 14 de diciembre de 2015

3 : 33
El reloj marcaba las 3:30 cuando me desperté de aquel horrible sueño del cual no quiero ni mencionar. Bebí un poco de agua para intentar calmarme, lo cual funcionó. Estaba ya dispuesto a seguir durmiendo, cuando empezó a sonar aquel horripilante sonido, era el mismo que el de mi sueño. Provenía del salón, cerca del cuarto de mi hermana pequeña de solo 9 meses, por lo que fui de inmediato a ver que estaba pasando ya que no era solo una mera coincidencia que el sonido fuese igual al de mi sueño ( o al menos eso quería pensar yo ). Al llegar al salón el sonido aumenta fuertemente, pero eso no fue lo más perturbante, puede que estuviese muy oscuro, pero se podía ver perfectamente que había alguien vestido con un traje negro al lado de la cuna. No puedo describir el miedo paralizante que sentí al ver la mascara de aquel hombre, era igual que los médicos de la peste negra. Me detuve a analizarlo detenidamente cuando me di cuenta de que el sonido provenía de un dispositivo de su mano, con la cual se fue acercando a mi hermana para cogerla de la cuna. Intente moverme e impedir que la tocara, pero el miedo que sentía al ver tal cosa no me permitía mover. Mi única opción era intentar despertar a mis padres, por lo que intente gritar lo más fuerte que pude, pero de mi boca no salía un solo sonido, entonces vi que se acercaba con mi hermana en brazos para intentar cogerme a mi también de la cabeza para llevarme con el. Intente reaccionar pero no podía moverme ni gritar ni hacer nada, estaba totalmente indefenso ante aquel enmascarado. Entonces me desperté, el reloj marcaba las 3:33 , y ahí estaba el también, al fondo de mi cama, mirándome fijamente con aquella mascara. Me di cuenta de que algo brillaba en su mano, pero esta vez ya no era ningún dispositivo que emitiera sonido, no, esta vez era mucho peor, tenía un cuchillo, ya manchado de sangre. al igual que antes de despertar intente gritar, pero seguía sin emitir sonido alguno, entonces el me mostró lo que llevaba en su mano izquierdo, parecía un trozo de carne, entonces me di cuenta porque no podía hablar o gritar, era mi lengua lo que sostenía en su mano. Le escuché reírse antes de de que el se acercara a mi con el cuchillo, e hiciera que ya nunca más pudiera ver la luz de un nuevo amanecer.

Médico de la peste del Siglo XVI

sábado, 31 de octubre de 2015

RIMA XIII


Tu pupila es azul y, cuando ríes, 
su claridad süave me recuerda 
el trémulo fulgor de la mañana 
        que en el mar se refleja.

Tu pupila es azul y, cuando lloras, 
las transparentes lágrimas en ella 
se me figuran gotas de rocío 
        sobre una vïoleta.


Tu pupila es azul, y si en su fondo 
como un punto de luz radia una idea, 
me parece en el cielo de la tarde 
        una perdida estrella.



Ésta rima de Gustavo Adolfo Bécquer me ha gustado mucho, ya que parece que no se fija solo por el físico de la persona si no que también se fija por como es en su interior, en esta caso por los ojos, que se dice que son la puerta a nuestro alma.
El verso que más me ha gustado ha sido el segundo, ya que compara algo triste que puede estar haciendo, que en este caso es llorar, que podrá estar llorando por alguna perdida o por alguna desgraciada razón, pero el lo compara con las gotas del rocío sobre una violeta.
Aquí os dejo un verso de una música llamada Americandrim, que es muy famosa en mi país natal:
I can be what i want to be
Losing my dignity
Cause i got a lot of life in me
Let me live my American dream
El enlace de la música por si os interesa https://www.youtube.com/watch?v=FUdBdyROHdw

SAMIR

Me llamo Samir, tengo 16 años recién cumplidos, mido 1,75, no soy especial a los otros, tengo unos ojos castaños , pelo corto y negro, y antes tenía una personalidad muy alegre, pero después de vivir lo mismo que yo, todo cambia.
Antes de que todo este alboroto empezara en mi país, mis padres, mi hermana Fatima una niña pequeña de ocho años y yo eramos una familia muy feliz, todo iba bien, no teníamos problemas de dinero ni nada gracias al trabajo de mi padre. Un día como otro cualquiera estábamos comiendo en familia ya que a mi padre como siempre trabajaba le gusta tener por lo menos una comida en familia a la semana en la que habláramos de nuestras cosas y todo lo que nos sucediera a lo largo de la semana. Empezamos todos a comer cuando de repente empezamos a escuchar ruidos fuera, había gente por la calle gritando y corriendo con sus familias. Nosotros no sabíamos que pasaba hasta que un rato después nos dimos cuenta del horror que estaba sucediendo.
Es difícil pensar como en un momento todo puedo cambiar tan radicalmente, hasta hace 24 horas eramos todos familias felices que estaban en sus casas tranquilamente sin preocuparse por nada, y ahora somos unos simples refugiados que parece que a muchos no les importa lo que nos pase. Nosotros solo pedimos cruzar la frontera y vivir un poco hasta que todo esto pase, pero si intentamos cruzar nos esperan policías antidistúrbios mazas que no tienen miedo a apalear a unos imples refugiados que corren por su vida. Mi hermana los llama los monstruos del palo. Yo quiero mucho a mi hermana, siempre la protegía de todo lo que le pasara, ahora no se como reaccionar, dado que mis padres y yo nos separamos y no nos volvimos a encontrar, estuve buscándolos por unas horas, pero ya no podía mantenerme en pie por mucho más ya que llevaba horas corriendo por horas con mi hermana en brazos y sin haber comido ni bebido nada. Si yo lo estoy pasando mal no quiero pensar como lo estará pasando mi hermana de ocho años.
Han pasado ya unos mese, he perdido la cuenta, no se donde están mis padres, y yo sigo cuidando de mi hermana. Llevo tiempo ya harto de todo esto, nosotros hemos mucho por otros países, y ahora que les pedimos ayuda, muchos nos dan la espalda. Me han ofrecido que me uniera a unos cuantos, sacar a mi hermana de aquí, pero ya son muchos intentos fallidos, al final, todos nos hartamos, y hacemos locuras.


Este soy yo en el día antes de que todo empezara.